A orillas del río Orinoco,
vivían hace mucho tiempo
siete hermosas mariposas bailarinas,
que bailaban y bailaban
en los pétalos de los lirios
y de las amapolas de la pradera.
Cada una de ellas tenía su color:
Rojo, Naranja, Amarillo, Verde, Añil, Azul y Violeta.
Por las tardes se suspendían en una flor
o en una hoja y se entregaban al sueño.
Un día en que las siete hermosas mariposas
bailaban y bailaban.
La Amarilla al saltar a una rama,
se hirió una de sus alas y comenzó a agonizar.
Sus amigas la rodearon
y al ver que iba a morir se preguntaron:
¿Qué sacrificio podríamos hacer nosotras
para estar siempre con nuestra amiga?
Al momento se escuchó una voz que les dijo:
¿Están dispuestas a hacer un sacrificio,
aún el de la muerte, por estar siempre con su amiga?
Si, respondieron todas.
Automáticamente se oscureció el cielo.
Un rayo penetró en el corazón de la pradera.
La pradera se estremeció y lanzó un grito
que fue a perderse en la inmensidad del universo.
Vino la lluvia y un remolino de viento
arrastró a las siete mariposas.
Una hora después brilló el sol
y en el cielo apareció el Arco Iris
con sus siete colores
y en ellos las almas de las siete hermosas mariposas.